Sí, sé que no es políticamente correcto, pero como nunca lo soy y asumo mi lado «provocadora», y esto está bien para mí.
Por todo lado que veo, escucho a la gente decir que es absolutamente necesario perdonar, que incluso es la llave para sentirse bien y liberado. Pero ¿qué locura!!! Y que si no lo conseguimos es porque no alcanzamos un cierto nivel energético o de conciencia… ¡¡¡ Pero claro, por supuesto!!!
1.Este requerimiento es perjudicial para nosotros, para nuestra salud mental, física y especialmente para nuestra integridad, explico:
Imagínese, que vive una situación marital violenta, si usted es un hombre o una mujer no cambia nada, que su cónyuge le pega a usted y a sus hijos todos los días. Que la tensión en casa es insoportable, que todo el mundo vive con miedo… Y se te dice una vez que has logrado salir de este infierno: «¡Perdona, serás mejor!» ¡¡¡Te devuelve directamente a la aceptación de revivir la misma situación!!
Es decir: en el nivel energético seguirás estando en las mismas frecuencias bajas, y con la ley de atracción también llamada ley de resonancia, atraerás al mismo tipo de personas una y otra vez.
Y entonces, ¿cómo quieres perdonarlo? En sí mismo significaría que niegas lo que sucedió, que es nulo y sin valor, por lo tanto, una flagrante falta de respeto hacia uno mismo. Pero, además, y esto es quizás lo más grave, «dejas las armas», aceptas que él, o ella u otra persona, lo vuelva a hacer. Este proceso de pensamiento genera una espiral negativa, cada vez es más difícil salir de ella. La espiral te arrastra desde el fondo, y la «pequeña semilla» que causará la enfermedad, todas las relacionadas con el estrés, podrán germinar. Al no respetarte a ti mismo, inculcas el orden a tu cuerpo, inconsciente y simbólicamente, para crear un desorden que te haga reaccionar.
2. El Ho’oponopono:
A menudo, los terapeutas invocan Ho’oponopono, un método hawaiano ancestral destinado a resolver conflictos que causan sufrimiento dentro de un grupo. Esta filosofía de vida parte del principio básico de que somos los «atractores» de las situaciones conflictivas de nuestra vida, debido a recuerdos erróneos (nuestros valores, nuestros miedos, nuestra mente, nuestras creencias, pero también nuestra educación, recibida de nuestros padres y también de la vida) a través de nuestros pensamientos. Este método de decir cuatro palabras: «lo siento, perdoname, gracias, te amo» y nos volveríamos más benevolentes.
… Sí, sí… Pero, este método quiere que perdonemos al otro lo que inconscientemente hemos atraído hacia nosotros mismos. Esto es totalmente ilógico e incluso perverso, porque nos hace responsables de lo que sucede en nuestro inconsciente. ¡¡¡Por definición, no somos conscientes de nuestro inconsciente!!! ¿¿¿Así que perdona, pero a quién??? A Dios, a los demás??? A nuestro inconsciente?…
Al volver a lo básico, ¿alguna vez has querido conscientemente vivir una o más pruebas difíciles, incluso dolorosas o traumáticas? La respuesta me parece obvia. Además, nunca te dijiste a ti mismo, una mañana cuando te despertaste: «¡¡Espera!! ¡¡¡Hoy voy a masácrame el día, solo por diversión!!! » o «¡¡Espera!! Provocaré a mi esposo (o esposa) hasta que él (o ella) me golpee». No, nadie se dice ese tipo de cosas. Por otro lado, nuestro inconsciente en realidad atrae, sin nuestro conocimiento, este tipo de situación; Esto no excusa la actitud de las personas que te lastiman y no compromete tu responsabilidad o culpa. Otros no son, de ninguna manera responsables, de lo que sucede en tu cabeza, consciente o inconscientemente. Así que no tenemos que perdonarlos.
3. Sal de este requerimiento!!! ¡¡¡Eso ya es liberador!!!
Atraemos hacia nosotros experiencias, positivas o negativas, a lo largo de nuestra vida de acuerdo con nuestro nivel de energía, llamado tasa vibratoria. Esto no quiere decir que las personas que tienen una alta tasa de vibración solo tengan experiencias positivas y enriquecedoras. Pero cuando un problema llega a ellos, rápidamente se preguntan cómo la situación es buena para ellos y qué les enseña. Así que no somos «creadores» de los desastres que suceden en nuestras vidas, sino que los atraemos. «Puedes atraer lo mejor y lo peor, depende completamente de tus pensamientos». Luc Bodin
Por lo tanto, somos «atractores» o «atrayentes» de una situación, de una experiencia. Nuestra alma necesita entender y experimentar diferentes aspectos de la misma lección, si en una vida pasada hemos abandonado, seguramente seremos abandonados de alguna manera en esa vida. Es la ley universal de causa y efecto, un efecto espejo. Esta ley se aplica sin juicio, no es un castigo, es solo para la evolución de nuestra alma.
4. Ok, pero ¿a quién perdonamos? ¡¡¡¡Sólo y solamente uno mismo!!!!
Nos perdonamos a nosotros mismos por haber dejado ir una situación hasta el punto de no retorno, o por haber hecho o no hecho, nos perdonamos a nosotros mismos por no haber reaccionado lo suficientemente rápido o lo suficientemente temprano … ¡¡¡Esa es la llave!!!
E incluso en Ho’oponopono, el método solo dice eso. Hubo una mala traducción de una palabra con un doble significado.
«Ho’oponopono significa que es importante comenzar corrigiendo el error, rectificando, corrigiendo, haciendo lo correcto, poniendo las cosas en orden, limpiando, comenzando las acciones correctas». Luc Bodin
5. Un día, cuando estaba más o menos quejándome de la vida en general:
«que no era justo, y ‘¿qué podría haber hecho para tener tantas situaciones extremadamente difíciles a vivir!!! … «, mis guías, que nunca están lejos, me dijeron alto y claro:
«No eres tú quien los atrae, eres tú quien los buscas».
Me tomó un tiempo para digerir la información y… Perdóname… a yo misma.
Gracias a ellos pasé de ser una víctima a ser responsable de mi propia vida y solamente de ella. Todavía me dejaron el libre albedrío libre arbitraje para hacer (o no) acciones para poner las cosas en orden y corregir. Tuve una opción, pero puedo decirles que cambió toda la forma en que pensaba y actuaba.
Así nos convertimos en actores de nuestras propias vidas, somos mucho más libres para actuar, para dejar de reaccionar, reaccionar: repetir la misma acción, que siempre viene y viene del pasado. Podemos comenzar a corregir nuestras acciones y pensamientos aceptando lo que es. Esto es exactamente lo que deseo para ti con todo mi corazón.